Fte: Clarin.com
Cinco amigos chocaron a la salida del boliche y murieron quemados.-
08/05/11 Cruzaron de mano, embistieron una columna de alta tensión y se prendieron fuego.
Los restos del Peugeot 205 descansan en la esquina de la comisaría 2 de Ranelagh. Los vecinos pasan y miran asombrados el amasijo de hierros retorcidos. Emanuel Hernán Papa (30), Matías Lucas Jerez (19), José Facundo Berasategui (23) Pedro Ariel Vargas (30) y Néstor Alberto Brandoni (29) volvían de bailar ayer a las 8.30 por la avenida Vergara, chocaron y murieron en el acto, quemados.
Emanuel era el que manejaba el 205. Dos testigos vieron cuando el auto mordió el cordón. El conductor volanteó, pero perdió el control del auto, que cruzó el boulevard y se incrustó de frente contra una columna de hormigón de alta tensión.
Por el impacto, el tubo de gas del auto se desconectó y la presión del combustible incendió el vehículo. Según los investigadores, algunos ya habían muerto por el impacto, desnucados. “Cuando fuimos al lugar del accidente los cuerpos de los cinco chicos estaban uno arriba del otro en el asiento de adelante. La presión del gas fue como un soplete. Hace 20 años que presto servicio y nunca vi algo así. Iban a más de cien kilómetros por hora”, dijo a Clarín una fuente policial.
El ruido de la frenada y luego el impacto del auto contra la columna despertó a los vecinos que salieron a la calle con baldes cargados con agua y matafuegos para intentar apagar el incendio. Pero fue imposible.
A los chicos la policía los pudo reconocer por restos de cédulas de identidad chamuscadas por el fuego o celulares en el mismo estado. Se sabe que cuatro de las víctimas se reunieron en la casa de un amigo. Ahí, según contó un testigo, estuvieron charlando hasta las 00.30.
Lo que pudo reconstruir la policía es que en el camino pasaron a buscar al quinto integrante del grupo y, desde la casa de este, se fueron a bailar a un boliche de la zona.
El caso, investigado por la UFI 4 de Berazategui, quedó caratulado como homicidio culposo. Ayer los cuerpos permanecían en la morgue de Ezpeleta y se mandaron a analizar las muestras de sangre para determinar qué grado de alcohol tenía el conductor en su sangre. Se descartó que hubiera otro auto implicado en el accidente.
De acuerdo a las fuentes, los cinco integrantes del grupo eran amigos inseparables y siempre salían a bailar por la zona, de donde eran vecinos. Los familiares planean velarlos juntos el mismo día.
Emanuel era el que manejaba el 205. Dos testigos vieron cuando el auto mordió el cordón. El conductor volanteó, pero perdió el control del auto, que cruzó el boulevard y se incrustó de frente contra una columna de hormigón de alta tensión.
Por el impacto, el tubo de gas del auto se desconectó y la presión del combustible incendió el vehículo. Según los investigadores, algunos ya habían muerto por el impacto, desnucados. “Cuando fuimos al lugar del accidente los cuerpos de los cinco chicos estaban uno arriba del otro en el asiento de adelante. La presión del gas fue como un soplete. Hace 20 años que presto servicio y nunca vi algo así. Iban a más de cien kilómetros por hora”, dijo a Clarín una fuente policial.
El ruido de la frenada y luego el impacto del auto contra la columna despertó a los vecinos que salieron a la calle con baldes cargados con agua y matafuegos para intentar apagar el incendio. Pero fue imposible.
A los chicos la policía los pudo reconocer por restos de cédulas de identidad chamuscadas por el fuego o celulares en el mismo estado. Se sabe que cuatro de las víctimas se reunieron en la casa de un amigo. Ahí, según contó un testigo, estuvieron charlando hasta las 00.30.
Lo que pudo reconstruir la policía es que en el camino pasaron a buscar al quinto integrante del grupo y, desde la casa de este, se fueron a bailar a un boliche de la zona.
El caso, investigado por la UFI 4 de Berazategui, quedó caratulado como homicidio culposo. Ayer los cuerpos permanecían en la morgue de Ezpeleta y se mandaron a analizar las muestras de sangre para determinar qué grado de alcohol tenía el conductor en su sangre. Se descartó que hubiera otro auto implicado en el accidente.
De acuerdo a las fuentes, los cinco integrantes del grupo eran amigos inseparables y siempre salían a bailar por la zona, de donde eran vecinos. Los familiares planean velarlos juntos el mismo día.
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